ESTIGMATIZAR LA FE

Crecí en un barrio humilde de Barcelona. Cursé EGB en un pequeño colegio que las Hermanas Carmelitas regentaban en una plaza a pocos minutos de mi casa.

Recuerdo esos años con mucho cariño, el mismo que guardo por las monjas del colegio. Pertenecientes a una orden misionera me enseñaron que quien utiliza la fe como mecanismo de ayuda al prójimo merece respeto, igual que quien la utiliza como bálsamo para aliviar las heridas que causan los duros golpes de la vida.

La semana pasada asesinaron al sacristán de la iglesia de Nuestra Señora de la Palma en Algeciras. Un acto terrible y despiadado cuyo detonante parece ser el extremismo religioso islámico. Las condolencias y el acompañamiento a los familiares de la víctima quedaron, como sucede muchas veces, en segundo plano. Inmediatamente algunos hicieron uso de la tragedia para vender su discurso oportunista,  mensajes para fomentar el rechazo hacía las personas musulmanas.

Ello generó un debate entre los defensores y detractores de la fe cristiana y musulmana. Foros donde se analizaba que religión había perpetrado más crímenes, quién era mejor o peor.

Observaba que muchos enfundados en su vestimenta progre, vomitaban rechazo sobre la fe cristiana. Otros con el traje de domingo y la corbata de la decencia, sobre la fe musulmana.

Se perdió el foco de lo realmente importante, el respeto hacía las creencias de muchas personas, sin reparar que el demonio existe en el extremismo, en quien radicaliza la fé al máximo. Ese fanatismo no representa y avergüenza a la mayoría de creyentes.

Desde mi agnosticismo prefiero no entrar en ninguna trinchera. Seguiré admirando a católicos como el Padre Peio (iglesia Santa Anna, en Barcelona) cuya labor conozco de cerca, también a las monjas de mi colegio que a tantos niños ayudaron.

 La convivencia se basa en el respeto hacía cualquier persona cuya espiritualidad le guíe para ayudar y ser tolerante con los demás, incluso conmigo, cuándo mi libertad para ser crítica me lleva a denunciar aspectos de la religión que no me agradan, rechazo y critico

Seguiré asistiendo a un Iftar cuándo mis amistades musulmanas me inviten, igual que iré a una misa para acompañar a personas que me importan.

Sonia Beltrán

Treballadora Autónoma, postgrau comunicació i lideratge politic UAB

@soniabeltrn8

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