EL INOLVIDABLE JACQUES BREL RETRATÓ A LA EXTREMA DERECHA…

…HACE MÁS DE 4O AÑOS

La extrema derecha de diverso pelaje y común denominador antidemocrático y antieuropeo, ha aumentado notablemente su presencia en el Parlamento Europeo en las Elecciones del pasado 26 de Mayo de 2019. A eso me referí en una nota de urgencia publicada según se cerraban las urnas. En todo caso, ese avance es menor de lo temido y mayor de lo deseado por las buenas gentes demócratas, liberales, progresistas y europeístas de la Unión.

Uno de los países en los que ese avance ha sido más notable es Bélgica, cuya capital, Bruselas, lo es a la vez de la Unión Europea. Allí, un apestoso conglomerado de xenófobos y secesionistas flamencos, la mitad al norte del país,  ha confirmado un ascenso electoral en el que lleva ya muchos años.

El inolvidable Jacques Brel, cantante y poeta universal, autor de la más hermosa canción de amor y desamor de la Historia, “Ne me quitez pas”, “No me abandones”, hizo un retrato satírico y demoledor de esa gentuza, a través de una canción que compuso hace más de 40 años, titulada “Les Flamingants”, que tuvo desde entonces una gran vigencia y ahora, a la vista de los resultados de las Elecciones del 26 de Mayo, esa vigencia y lucidez para retratar a esa gente es aplicable a toda Europa no sólo a la parte flamenca de Bélgica.

Extraigo solo unos versos mínimos de aquel extenso poema que,  como toda la poesía de Jacques Brel, me parecen  de una valentía y lucidez proféticas:

 nazis durante las guerras…

“católicos” entre ellas …

vosotros osciláis siempre

entre el fusil y el misal …

Tal vez no fuera muy políticamente correcto Jacques Brel. Ni falta que le hacía; era un genio y un baluarte moral de sensibilidad y civismo. Yo creo que es mejor llamar al fenómeno por su nombre, definir a estas gentes liberticidas como lo que son. Sin identificar bien un problema se hace casi imposible su solución. Llamarles sólo y un poco eufemísticamente “la extrema derecha” puede contribuir a que un día nos impidan llamarles nada porque apagarán violentamente nuestra voz como lo han hecho siempre que han triunfado, en no poca medida a causa de actitudes displicentes, cuando no cómplices, de “no será para tanto…”

Por cierto, Jacques Brel, contra lo que mucha gente cree no era francés ni siquiera belga francófono. Era belga flamenco, adoraba a Flandes, y una de sus canciones más universales, “El país plano”, es la descripción más hermosa y amorosa que nunca hizo nadie de Flandes, “con sus catedrales como únicas montañas… el país plano, el mejor, el mío”. Tanto amor por su tierra natal no les impidió a la caverna neo-fascista flamenca declarar en vida a Jacques Brel persona no grata e hijo repudiado …

Por cierto, y no desvelo secreto alguno, busquen en ese conglomerado mal oliente los apoyos de otro personaje más que inquietante: Puigdemont.

Manuel Zaguirre

Secretario general y presidente de USO 1977-2010

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