Cuando estalló la crisis económica allá por 2008 empece mis andadas como profesional a tiempo
completo en el mundo de la fotografía, y aunque he tenido que compartirla en este tiempo, sin ir
más lejos esta navidad trabajando en un almacén de muebles, sí que la foto ocupa la mayoría de
mi tiempo.

Desde entonces he tenido muchos clientes y he conocido muchísima gente de la cual, muchos a
días de hoy se han convertido en amigos, desde fabricantes de relojes de lujo, interioristas, clubs
moteros, empresas de telefonía, ONG ́s, parejas para sesiones eróticas, rodajes de cine, eventos
religiosos en centros del OPUS, músicos, marcas de ropa, modelos, de nuevo más retratos
eróticos… siempre, el nexo común, a pesar de lo variopinto que podían ser los trabajos, han sido
las personas, el retrato, el captar momentos o realizar reportajes de eventos de gran formato.
Pero hubo algo en lo que nunca había trabajado: el mundo de la política. Fue alrededor del año
2013 cuando tuve ocasión por primera vez, a raíz de un plan de ocupación, entré a trabajar
durante 6 meses en el Ajuntament de Badalona como fotógrafo del gabinete de alcaldía.
El hecho de pasar a fotografiar un pleno, una salida del alcalde, eventos e inauguraciones, fue
algo nuevo para mí, aunque ya había estado en otros eventos, con empresas y personajes un
tanto importantes, no dejaba de tener un punto muy emocionante.

Después de ese periplo de 6 meses en el que aprendí a moverme en ese terreno, tuve la suerte
de volver a la carga con fotografías de campañas electorales, eventos, presentaciones y acabé de
nuevo como asesor de comunicación tanto en el Ajuntament de Badalona como en el AMB,
encargándome del tema gráfico, fotografía, vídeo, infografías…
En este periodo también aprendí mucho más, forjé buenas amistades y sobre todo acabe de
aprender de integrarme e intentar pasar desapercibido en los eventos de aire político, todo lo que
pueda pasar desapercibido un calvo que roza el metro noventa, con barba prominente, cuerpo
tatuado en su mayoría, con una réflex y un teleobjetivo.


Lo importante en la fotografía, siempre ha sido para mí el código deontológico, y teniendo en
cuenta el mundo de la política, todavía más: Oirás y verás, pero como en todo trabajo que he
tenido, el ser totalmente discreto es lo principal, ya que uno puede ser testigo de muchas
situaciones y momentos en los que ha de ser consecuente con su trabajo y estar centrado en
ello, saber comportarse, alejarse cuando toca pero también acercarse cuando el momento lo
requiere, definitivamente: parecer que no estás pero cuando ocurre algún momento que no puede
quedar olvidado, estar ahí para capturarlo.

Una vez, en una de las visitas de Pedro Sánchez a Barcelona que tuve que cubrir, me preguntaron
si no me ponía nervioso con toda la clase política que me rodeaba en ese momento, a lo cual
contesté: “Nervioso es cuando estas trabajando en una boda y tienes que fotografiar el momento
de los anillos, el beso del sí quiero y el corte de la tarta nupcial… entonces sí que como falles
sabes que estás perdido”.

Ceci Fimia
Fotògraf
