Supongo que estamos de acuerdo de que uno de los sucesos más inesperados y devastadores
ha sido el ataque de Ucrania por parte de Putin. Un suceso que como siempre ha terminado de
perjudicar a la ciudadanía, que se han visto obligados a abandonar de sus casas hacia un futuro
incierto. Muchas familias se han tenido que separar de padres, hijos y hermanos llamados a
luchar contra sus seres queridos. Y en medio de todo esto aparece una especie de hombres,
que entre todo el caos no se les ocurre preguntar dónde estamos las feministas que no vamos
a luchar en la guerra contra los hombres. Da igual la cifra de fallecidos durante el conflicto o da
igual las consecuencias devastadoras que va a conllevar este ataque. Que se pare el mundo,
necesitamos saber por qué las feministas no van a la guerra si buscan la igualdad entre
hombres y mujeres.
Y claro, ante esta sugerencia de cambiar toda la agenda política sin haber pedido consejo se
me viene a la cabeza muchas cosas. En primer lugar, me gustaría saber dónde están los
hombres cuando sale a la prensa una noticia de un asesinato de una mujer a manos de su
pareja ¿O dónde están cuando sale un caso de mujer violada por un grupo de hombres? ¿O
dónde están estos hombres cuando las mujeres no ocupamos tantos cargos de relevancia
como los hombres? ¿O dónde están cuando ven que a día de hoy las mujeres cobramos un
salario inferior a los hombres? ¿No se supone que hay que luchar por la igualdad? ¿Entonces a
que estamos jugando? ¿Por qué las mujeres debemos empatizar con los hombres cuando ellos
lo único que han hecho ha sido mirar hacia otro lado y hacer como si no fuera la historia con
ellos?
Por otro lado, a lo largo de la historia el ideal de la mujer ha sido quedarse con casa cuidando
los niñ@s y atendiendo al marido. Enfatizo la palabra ‘ideal’ porque la realidad distaba
muchísimo y a la hora de la verdad las mujeres iban a trabajar para obtener un medio de
subsistencia para la familia, ya que con el salario del padre de familia no era suficiente. En la
guerra pasa algo parecido. A lo largo de la historia han existido casos de mujeres que han
luchado en la guerra y han entregado su vida a luchar para un futuro mejor, o lo que ellas
creían que iba a ser un futuro mejor, como Juana de Arco, o la legendaria Hua Mulán, sin
contar con que todavía hay países en los que es obligatorio que las mujeres realicen el servicio
militar como es el caso de Israel.
Por último, hay que recordar que una de las razones por las cuales las mujeres no hemos
luchado tanto en las guerras reside en cómo somos vistas por los hombres. Nos han reducido a
un objeto, o peor aún a un arma arrojadiza capaz de arrasar al país enemigo. Según el
documental “La guerra contra las mujeres” en Bosnia y Herzegovina hubo 40.000 mujeres
violadas entre 1992 y 1995, en Uganda 4.000 entre 1985 y 2000 y en República Democrática
del Congo 2000.000 entre 1008 y 2003. Entre estos países había una cosa en común, que era la
situación de guerra que atravesaban. Y si entramos en profundidad podremos darnos cuenta
de la perversidad que hay detrás de todo ello.
Durante el documental se entrevistó a varios niños soldado que explicaron que para llegar a
cometer violaciones hubo detrás una serie de instrucciones llevadas a cabo por los superiores
que les indicó lo necesario que era que lo hicieran para vencer al enemigo, ya que si
fecundabas las mujeres del país enemigo estas darían a luz a los hijos de sus enemigos, con lo
cual echarían a perder el propio país. De hecho, en ese mismo documental se señalaba que
una vez que estas mujeres quedaban embarazadas eran retenidas en contra de su voluntad
para que no interrumpieran su embarazo. Además de ello, también hay que añadir las torturas
y vejaciones llevadas a cabo con la finalidad de imposibilitar nuestra capacidad de
reproducción, y esto ocurre porque para estos seres, y los otros, nuestro valor como mujeres
radica en la capacidad que tengamos para concebir y traer niños y niñas para perpetuar el clan.
Así que Manolo, si las feministas no vamos a luchar en la guerra con nuestros camaradas es
debido al poco valor que tenemos como mujeres en estos espacios.

Noèlia Guzmán Funcasta
Graduada en sociologia i especialitzada en gènere
@ng_funcasta
