“La historia es nuestra y la hacen los pueblos” esta es una de las frases que más marcaron la trayectoria política de Salvador Allende en Chile y que, probablemente, calque perfectamente lo que se vivió en las urnas de este país del extremo sur de América Latina. Una vez pasada la resaca electoral de unas elecciones presidenciales en Chile que sucedieron hace ya casi un mes, nos sentamos a analizar diferentes aspectos de una victoria de la izquierda que no debe quedarse en una simple anécdota de unos grandes resultados demócratas.
Todos recordaremos las imágenes de las manifestaciones en este país a finales de octubre de 2019 o recordaremos el título de ‘la primavera de Chile’ que tras una subida injustificada de los precios de los abonos del metro de Santiago, decidió alzar su voz en contra de tantos años de maltrato y desigualdad por parte de la derecha.
Una derecha que sacó un discurso puramente trumpista y se ubicó al extremo opuesto de la necesidad de progreso y recuperación que necesita el país.El candidato ultraderechista José Antonio Kast, ha sido el responsable de una campaña de odio, de violencia, de mentiras y prácticamente una ejemplificación del enemigo contra el que deben luchar todos los países latinoamericanos. Un candidato que aparte de tener lazos estrechos con Pinochet, se acercaba al nazismo y se dejaba en evidencia al calcar discursos y campañas que podemos ver nosotros en primera mano por parte de VOX.
Ahora es el momento de Chile y es el momento de la izquierda que deberá por la recuperación económica de un país que ha sufrido como ninguno los estragos de la Covid y de acabar de fidelizar una ideología de progreso además de afianzar lazos con todas las fuerzas de izquierda que empiezan a emerger en el panorama político latino.
La victoria de Boric en Chile no es más que el primer peldaño en una lucha por acabar con la derecha en el hemisferio Sur del mundo. Una lucha que sigue en Colombia.
Una Colombia que en este 2022 tendrá dos jornadas electorales que pueden ser históricas y trascendentales para el país. Un país que desde siempre ha sido gobernado por los bloques conservadores y que en los últimos años de Gobierno Santos, empezó a ver otros horizontes ideológicos tras la firma del acuerdo de paz con las Farc para acabar con más de 60 años de violencia en el país y que se confirmó con la derrota del Sí en la consulta plebiscitaria para integrar estos acuerdos.Estamos ante el momento de más inestabilidad del Uribismo en los últimos 20 años, una inestabilidad que pasa por la inacción de un gobierno actual, comandado por el ‘títere’ de Iván Duque, que intenta poner paz entre los suyos en la lucha por comandar las listas del Centro Democrático a las elecciones.Analizamos el ‘tarjeton’ (como se conoce a la papeleta de votación en Colombia) y nos encontramos diferentes polos políticos del país. Todo esto siguiendo los diferentes pactos y colaciones que se presentarán en próximo mes 13 de marzo en las elecciones al Senado y Cámara de representantes como en la primera vuelta presidencial que será el 29 de mayo y en un caso de segunda vuelta el 19 de junio.Como decíamos antes, ya sabemos que el Uribismo opta por Óscar Iván Zuluaga como candidato del Centro Democrático para estas elecciones (un partido que no tiene nada ni de centro ni de democrático por cierto).
Analicemos rápidamente las candidaturas;
Coalición Centro Esperanza
Aquí tenemos a Alejandro Gaviria ( exministro de Salud) como candidato presidencial y reúne a diferentes líderes del centro, como Sergio Fajardo, Juan Fernando Cristo, Carlos Amaya, Jorge Robledo y hasta hace muy poco Juan Manuel Galán. Otras figuras reconocidas que respaldan a esta candidatura son Ingrid Betancourt y Humberto de la Calle.
Nuevo Liberalismo
Juan Manuel y Carlos Fernando Galán, hijos del ex candidato presidencial Luis Carlos Galán, asesinado por el cartel de Medellín el trágico 18 de agosto de 1989, han decidido recuperar el formato de partido que dejó su padre y asistir a la contienda electoral bajo estas siglas.
Equipo por Colombia – anteriormente conocido como Coalición de la Experiencia- está conformado por los precandidatos y viejas figuras de la política colombiana, conformado por David Barguil, Dilian Francisco Toro, Enrique Peñalosa, Federico Gutiérrez, Alejandro Char y Juan Carlos Echeverry. Todos estos marcándose en la clara figura de la derecha y en el continuismo de lo que tenemos hasta ahora.
Finalmente, tenemos El Pacto Histórico que es una coalición de izquierda y centroizquierda y que se abre como la alternativa a la hegemonía de la derecha y del odio en Colombia.
El líder político de esta alianza es el actual senador Gustavo Petro, quien escogió a Barcelona como lugar para iniciar su campaña y quien además es el principal aspirante a las elecciones presidenciales del 2022 del Pacto Histórico. Esta candidatura se debe decidir en una consulta interna que será el mismo día de las elecciones a Congreso y Senado, pero que todas las encuestas avalan una holgada victoria ante sus compañeros de coalición.En el Pacto podremos encontrar también miembros de partidos políticos como el Polo Democrático, la Colombia Humana y Alianza Verde y a las figuras como Gustavo Bolívar, Roy Barreras, Francia Márquez, Alexander López, Aida Avella, Iván Cepeda, Wilson Arias, Feliciano Valencia, Armando Benedetti.
Este es el panorama electoral en Colombia, un panorama que según las encuestas da la victoria a Gustavo Petro, un político valiente y atrevido en un país en donde durante muchas décadas, se ha silenciado a los aires de cambio con balas.
Es así que Petro marca la línea de un país que debe de trabajar en la recuperación económica post Covid, en luchar por la justicia social, la igualdad, por cumplir y seguir implantando los acuerdos de paz y que también haga una inmensa pedagogía en asuntos sociales urgentísimos para el país como la lucha por los derechos LGBTIQ+ y el feminismo. Un feminismo necesario en un país donde siguen quedando impunes cientos de feminicidios y demás muestras de machismo.
Así pues, deseo una victoria del Pacto Histórico en las próximas elecciones a Congreso y Senado de la misma forma en la que espero la victoria de Gustavo Petro que lo lleve a la Casa de Nariño y que de una vez por todas, triunfe el progreso y la justicia social en un país que tanto lo necesita.Una victoria que siga el camino de Boric en Chile y que su próximo destino será la vuelta del progreso de la mano de Lula Da Silva en las elecciones presidenciales del próximo 2 de octubre en Brasil.


Juan Felipe Guevara Lozada
