Meri Te Tai Mangakahia

“Na reira ka inoi ahau ki tenei whare kia tu he mema wahine”

“Por tanto, rezo para que esta Cámara tenga un miembro femenino”

Meri Te Tai Mangakāhia, también Conocida como “Mere Te Tai”, nace el 22 de mayo de 1868 en Whakarapa (Panguru), Nueva Zelanda, y vivirá 52 años, falleciendo un 10 de octubre de 1920 en la misma localidad en la que nació. La causa de la gripe fue la pandemia de gripe de 1918.

Sus padres fueron Re Te Maunga Te Tai y Hana Taylor Tera.

Su padre, Re Te Tai, era un influyente jefe en el distrito de Hokianga en la década de 1890, en un segundo matrimonio de casó con Han Tera, i Meri será la mayor de los cuatro hijos de este segundo matrimonio.  Del primero su padre tenía tres hijos más.

Estudió en St Mary’s Convent en Auckland y fue una buena pianista. A finales de la década de 1880 o principios de la de 1890, se convirtió en la tercera esposa de Hāmiora Mangakāhia.

Hamiora y Meri construyeron una granja en su tierra en Whangapoua en la península de Coromandel. Durante los años siguientes, Meri dio a luz a cuatro hijos: dos chicos, Mohi y Waipapa, y dos chicas, Whangapoua Tangiora Edith y Mabel Te Aowhaitini.

Su hija, Mabel Mangakahia, se convirtió en enfermera titulada y partera, y se cree que fue la primera maorí en obtener el diploma de posgrado en enfermería de salud pública en 1939.

Hamiora Mangakahia fue elegido primer ministro del parlamento de Kotahitanga en junio de 1892.

En el tiempo que le toca a vivir a Meri, década de 1980, el movimiento por el voto femenino tiene gran fortaleza, a pesar de la oposición de muchas fuerzas conservadoras.  A este movimiento se unirá la comunidad maorí en Nueva Zelanda, pero sus acciones se desarrollaran en dos frentes separados.  Por un lado, en el parlamento del país, y, por otro en el parlamentomaorí de Kotahitanga (Kotahitanga es el parlamento de la comunidad maorí que no tenía reconocimiento por el gobierno neozelandés, y estuvo en funcionamiento entre 1892 y 1902), y mientras estuvo en funcionamiento fue bastante influyente.  En 1902, su función fue reemplazada en gran medida por los consejos maoríes establecidos por James Carroll y Hone Heke Ngapua a través de la Ley de consejos maoríes de 1900. Como resultado, los miembros de Kotahitanga votaron unánimemente a favor de su disolución en el décimo parlamento en Waiomatatini en 1902.

Un elemento fundamental de la comunidad maorí era la conservación de las tierras ancestrales, para conseguir sus objetivos se presentaron al parlamento de Nueva Zelanda cuarenta peticiones relacionadas sobre cuestiones de las tierras, estas peticiones estaban firmadas por mujeres maoríes en nombre propio o de sus iwi (los iwi son las unidades sociales más grandes dentro de la cultura maorí. El significado de iwi es “gente” o “pueblo”).

Hamiora Mangakahia, marido de Meri, fue elegido primer ministro del parlamento de Kotahitanga en junio de 1892, al año siguiente, tanto Hāmiora como Meri asistieron a la segunda sesión del parlamento en Waipatu.

Poco a poco el movimiento el movimiento sufragista fue ganando terreno y consolidándose, y puede que Meri tuviera conocimiento de todas estas acciones.  Parece ser que bastantes mujeres maoríes entraron en contacto con la Unión de Mujeres Cristianas por la Templanza del país, Unión que hizo campaña a favor del voto femenino.  Pero el hecho más relevante se produjo el 18 de mayo de 1893 cuando el presidente de la cámara baja del parlamento de Kotahitanga presentó una moción de Meri solicitando se concediera a las mujeres el derecho a participar en la selección de miembros.  Fue la primera mujer que habló en dicho parlamento.  Pero su discurso fue mucho más allá, ya que no solamente solicitó para ellas el voto sino que también fueran elegibles para dicho parlamento maorí, avanzándose con su proposición a las que en otros países se hacían en pro de la igualdad de las mujeres. Pero, finalmente, se decidió que dicha proposición se pospusiera hasta que los hombres hubieran logrado sus objetivos.  Como en muchas ocasiones las mujeres que solamente solicitaban aquello que era justo, la igualdad, se las volvió a convertir, en cierto modo, en una rémora a expensas de los objetivos masculinos.

El acto más destacable de Meri fue su propuesta en el parlamento de Kotahitanga solicitando que las mujeres votaran y participaran en la selección de miembros. Este es el texto de su discurso:

“Me regocijo con los honorables miembros de esta reunión. Saludos.”

“Presento esta moción ante el miembro principal y todos los miembros honorables para que de este parlamento surja una ley que permita a las mujeres votar y que las mujeres sean aceptadas como miembros del parlamento.”

“Las siguientes son mis razones para presentar esta moción de que las mujeres puedan recibir el voto y que haya mujeres miembros:

1. Hay muchas mujeres que han enviudado y poseen mucha tierra.

2. Hay muchas mujeres cuyos padres han muerto y no tienen hermanos.

3. Hay muchas mujeres que conocen el manejo de la tierra donde sus maridos no lo están.

4. Hay muchas mujeres cuyos padres son ancianos, que también conocen el manejo de la tierra y la propiedad de la tierra.

5. Ha habido muchos líderes masculinos que han pedido a la Reina sobre los muchos temas que nos afectan a todos, sin embargo, aún no hemos sido compensados adecuadamente de acuerdo con esas peticiones. Por lo tanto, oro en esta reunión para que se nombren mujeres. Quizás con este curso de acción podamos estar satisfechos con respecto a los muchos problemas que nos afectan a nosotros y a nuestra tierra.

Quizás la Reina escuche las peticiones si se las presentan sus hermanas maoríes, ya que ella también es mujer.”

Meri expuso su texto en maorí:

“E whakamoemiti atu ana ahau kinga honore mema e noho nei, kia ora koutou katoa, ko te take i motini atu ai ahau, ki te Tumuaki Honore, me nga mema honore, ka mahia he ture e tenei whare kia whakamana nga wahine ki te pooti mema mo ratou ki te Paremata Maori.”

1. He nui nga wahine o Nui Tireni kua mate a ratou taane, a he whenua karati, papatupu o ratou.

2. He nui nga wahine o Nui Tireni kua mate o ratou matua, kaore o ratou tungane, he karati, he papatupu o ratou.

3. He nui nga wahine mohio o Nui Tireni kei te moe tane, kaore nga tane e mohio ki te whakahaere i o raua whenua.

4. He nui nga wahine kua koroheketia o ratou matua, he wahine mohio, he karati, he papatupu o ratou.

5. He nui nga tane Rangatira o te motu nei kua inoi ki te kuini, mo nga mate e pa ara kia tatou, a kaore tonu tatou i pa ki te ora i runga i ta ratou inoitanga. Na reira ka inoi ahau ki tenei whare kia tu he mema wahine.

Ma tenei pea e tika ai, a tera ka tika ki te tuku inoi nga mema wahine ki te kuini, mo nga mate kua pa nei kia tatou me o tatou whenua, a tera pea e whakaae mai a te kuini ki te inoi a ona hoa Wahine Maori i te mea he wahine ano hoki a te kuini.”

En 1983 todas las mujeres neozelandesas, incluidas las maoríes y  pakeha (este término hace referencia a población de tez clara, y supone una fusión entre la cultura maorí y la proveniente de los descendientes de los colonos británicos, de los cuales la mayoría era de clase obrera), obtuvieron su derecho a votar en las elecciones generales.  No se tiene constancia del número de mujeres maoríes que firmaron la petición de sufragio, se calcula que unas 4.000. 

A partir de las votaciones las mujeres de las dos culturas siguieron caminos diferentes: las mujeres maoríes tenían preocupaciones diferentes a las de sus asociadas Pakeha; las sufragistas de Pakeha se centraron en la reforma moral y la templanza (restricción del alcohol).

Curiosamente, no fue hasta el año 1897 que las mujeres maoríes obtuvieron el derecho a votar en las elecciones parlamentarias de Kotahitanga. Este parlamento se reunió por última vez en 1902.

Pero aunque esta participación en el parlamento maorí es un hecho fundamental y destacable en la vida de Meri, su trabajo no terminó allí, ya que siguió participando en política y ocupándose el bienestar de su pueblo.

También tuvo una faceta de periodista, inició una columna llamada Te Reiri Karamu (“La columna de las damas”) que se publicó en Te Tiupiri (El Jubileo).

En el año 1918 comenzó la pandemia de la gripe, mal llamada gripe española, su coincidencia con el final de la Primera Guerra Mundial sin duda contribuyó a su extensión y letalidad. Afectó a todo el planea y fallecieron un total de 50 millones de personas, entre ellas Meri.

El 10 de octubre de 1920, a la edad de 52 años fallecía Meri en la misma localidad en la que había nacido a consecuencia de la pandemia de gripe, siendo enterrada en el cementerio de Pureirei, Lower Waihou, cerca de su padre.

Sin duda fue una mujer ejemplar, avanzada a su tiempo, en un país que se estaba descubriendo a sí mismo y construyendo, con una comunidad con fuertes raíces y tradiciones a las que no quería renunciar, pero, sin embargo, con mujeres conscientes que tenían que preservar este pasado pero dirigirlo de cara a un futuro que a la vez era nuevo, pero que quería combinar tradición y modernidad.

Ella no dejó de persistir en su empeño, y consiguió el primer objetivo buscado, ser escuchadas, ser consideradas, ser tenidas presente, en el tiempo que ella lo consiguió en otros territorios del planeta las mujeres estaban muy lejos de esa realidad.

Su proposición en el parlamento maorí presentaba un punto de petición, de solidaridad entre mujeres, aunque esta mujer fuera la mima Reina: “Perhaps the Queen may listen to the petitions if they are presented by her Māori sisters, since she is a woman as well”.

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