Revolucionemos el presente para cambiar el futuro

Las y los jóvenes de este país somos colectivos que hemos vivido de crisis en crisis, de conflicto en conflicto, desde que tenemos uso de razón. En nuestras vidas hemos visto estallar la burbuja inmobiliaria y la sanitaria. Hemos vivido los recortes de los gobiernos de la derecha. Hemos visto nuestros derechos precarizados. Ahora, además, y como el resto de la sociedad, luchamos como podemos contra una pandemia mundial que ha cambiado radicalmente nuestras vidas.

Y aún con todo, hay sectores que nos critican, que increpan a la juventud de forma sistemática, cargando sobre nuestros hombros el peso del porvenir. Es cierto que somos el futuro. De hecho, somos las generaciones que más ansían serlo. Miente aquél que diga que no quiere vivir como sus padres y madres les dijeron, con una buena formación, un buen trabajo, una vivienda y una pensión asegurada. No obstante, nos damos de bruces contra un presente en que nos encontramos con unas tasas abusivas en los centros educativos, tanto universitarios como en FP’s, que nos impiden formarnos. Nos encontramos que, en Cataluña, sólo 2 de cada 10 jóvenes pueden permitirse emanciparse antes de los 30, y quien lo consigue debe dedicar la mayor parte, si no la totalidad de su salario, a pagar el techo bajo el que vive. También nos encontramos con unos niveles de paro demenciales, de un 35%, que crecen aún más para las y los más jóvenes, y que nos impiden desarrollar nuestros proyectos vitales. Todo esto sucede mientras los gobiernos catalanes de la pasada década han preferido mirar por intereses partidistas y contentar a su electorado antes que velar por el conjunto de la ciudadanía.

No obstante, estas casuísticas no pararán a una juventud que busca soluciones en vez de culpables. Gracias a todas las contrariedades vividas, hemos aprendido a unirnos y organizarnos allí donde reinan la desigualdad y la injusticia. Allí donde los partidos malgasten su tiempo en simbolismos habrá también grupos de jóvenes organizados y organizadas que lucharán por los derechos de todas y todos. Allí donde haya un gobierno que no legisle en pos de la sociedad, habrá jóvenes que dediquen su vida a hacer mejor la de los demás, desde sindicatos, partidos o claustros universitarios. Allí donde haya desgobierno, habrá jóvenes que tomen por bandera el inconformismo y la rebeldía y se junten para transformar los reclamos de la sociedad en políticas reales y efectivas que hagan de nuestro país una tierra de oportunidades para todas y todos. ¡Allá donde haya problemas, la juventud nos organizaremos y pasaremos a la ofensiva!

Raül Martínez

Treballador Social

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