Soy una de esos 26 millones de españoles

Perpleja por todo lo que rodea a VOX. La gente me comenta, pues ya deberías estar acostumbrada, pero no, yo me niego.

Me niego a normalizar que el franquismo y el fascismo continúen entre nosotras/os cuando hace más de 40 años que murió Franco y que se estableció la democracia.

Me niego a normalizar que el machismo, el racismo y el odio al diferente esté en el ideario y no solo eso, sino también en el programa electoral, de un partido político que además, hace alarde de “Constitucionalista”.

Constitucionalista y una mierda, ya está bien de que se apropien de lo que es de todas y todos.

Ni la Constitución, ni la bandera, ni ningún símbolo que sea de todas y todos debemos dejar que se lo apropie la derecha.

Señores y señoras de VOX, no se puede ser Constitucionalista y decir que un chat, de militares jubilados franquistas con ensoñaciones golpistas, son su gente. Esa no es gente de nadie y lo mejor que pueden hacer, por esta sociedad que tan preocupados los tienen, y a la que arreglarían con un “fusilamiento de 26 millones de hijos de puta”, es, cerrar la bocaza, seguir cobrando sus paguitas máximas, y en el mejor de los casos dejar que la vida ponga a cada uno en su sitio, y por la gracia de ese Dios, que de existir seguro que no se parecía nada a ellos, morir por lo que por suerte es Ley de Vida.

Su gente, señores y señoras de Vox, son asesinos que añoran el franquismo porque ellos hacían lo que querían y disponían del poder de pegar tiros y enterrar a gente de izquierdas en fosas comunes.

Su gente, señores y señoras de Vox, son violadores y asesinos de mujeres, como las 13 rosas, esas que ustedes insultan y llaman “asesinas bolcheviques”.

Su gente, señores y señoras de Vox, se envuelven en banderas de España, pero de las del aguilucho y gritan España, una grande y libre.

Eso no es ser Constitucionalista, eso es ser franquista.

Señoras y señores del Gobierno de España, igual que en su día se ilegalizó a los partidos políticos que defendían a ETA, igual debería hacerse con los partidos que defienden el ideario franquista, porque determinadas actitudes e ideales no pueden escudarse en la tan socorrida libertad de expresión. Porque la libertad de expresión acaba en el momento en que se quiere limitar las libertades y derechos.

Victoria Corbacho

Sindicalista UGT Baix Llobregat

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