Sobre la medalla de Barrera

La semana pasada el pleno del ayuntamiento de Barcelona votó retirar la medalla de oro de la ciudad a Heribert Barrera, concedida a título póstumo en 2012. Todos los partidos excepto ERC y JxC decidieron que el primer presidente del parlament tras la restauración de la democracia no merecía tal honor, a causa de sus publicaciones racistas y xenófobas, de las cuales nunca se retractó.

La decisión ha causado polémica e indignación a gran parte del sector independentista, las redes se llenaron de palabras a favor de Barrera, y en muchas de esas publicaciones justificaban que las polémicas declaraciones eran fruto de otra época, tratando de restarle importancia a sus palabras.

Frases como, “ Se debería esterilizar a los débiles de carácter”, “los negros tienen un coeficiente inferior a los blancos”, “antes hay que salvar a Cataluña que a la democracia “ fueron publicadas en 2001, en el siglo XXI, no en el siglo XIX.

A finales de los 90 diferentes asociaciones ya protestaron contra declaraciones del que fue líder de ERC, ya que no solo eran xenófobas, también se mostraba partidario de la pena de muerte y era contrario al derecho de las personas homosexuales a poder adoptar.

Cuándo algunos personajes históricos crean controversia es lógico aceptar que era normalidad en el siglo que vivieron, que la sociedad en general aceptaba cosas como normales que ahora serían impensables, todavía no habían llegado a ese proceso evolutivo que durante años ha ido cambiando el mundo y los derechos. Pero no es el caso de Heribert Barrera, ya que su mentalidad no había evolucionado con el cambio de milenio.

Muchos consideran que la primera parte de la vida de Barrera fue un ejemplo de lucha contra la dictadura y la represión franquista. Las historias de lucha son escritas en la historia por miles de hombres y mujeres que sufrieron en sus carnes la represión , desde todos los puntos del país, algunos conocidos por ser líderes o famosos, otros anónimos.

Esto no justifica que quien fue un alto cargo, desde su posición haga alarde de esas ideas muchas retando incluso a una democracia que costó tanto conseguir. Heribert Barrera se declaró nacionalista y en sus escritos anteponía ese nacionalismo a la sociedad civil .

No son detalles insignificantes, la dignidad hay quien la mantuvo hasta el final de sus días, otros no, por lo tanto no es raro que muchos decidan que no pueden ser premiados por ello.

Barcelona desde la semana pasada se ha vuelto pequeña, mezquina y provinciana, eso dijo el señor que desde la Generalitat parece que nos gobierna a todos, el mismo que solo respeta las votaciones de los suyos y solo dignifica lo que su credo le dicta. Los provincianos que no pertenecemos a su cofradía somos tan pequeños y mezquinos, que no creemos que sea decente blanquear la xenofobia en nuestro siglo.

Sonia Beltrán

Treballadora Autónoma, postgrau comunicació i lideratge politic UAB

@soniabeltrn8

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