El problema de que gane la derecha

grayscale photo of man grabbing using right hand

El pasado domingo 19 fueron las elecciones autonómicas de Andalucía y los resultados, por desgracia, fueron los esperados. El Partido Popular ganó con mayoría absoluta y el PSOE obtuvo un peor resultado que en las elecciones del 2018. Por lo que respecta al resto de partidos políticos pertenecientes a la izquierda también han empeorado sus resultados. Y si bien es cierto que el resto de partidos políticos de derecha no han obtenido un mejor resultado la realidad es que a día de hoy quien gobierna en Andalucía es un partido político de derechas, y al final quien sale perjudicado de esta ecuación no son las personas que se dedican a la política si no la ciudadanía, que padecerá las medidas conservadoras a ratos y liberales por momentos.

Pero más allá de comentar los sinsabores de la derecha quisiera señalar el foco en lo único en que realmente podemos controlar si queremos, que es lo que podemos hacer. Vivimos en un mundo en el cual los gurús de turno especializados en inserciones laborales señalan que las empresas buscan a una persona que sepa trabajar en equipo y adaptarse a nuevos escenarios, cosa que como izquierda nunca hemos sabido hacer. Siempre nos hemos centrado en lo que nos separa en vez de lo que nos une y nada más hay que hacer una revisión histórica para comprobar que me equivoco poco.

Y en esto nos gana la derecha por goleada, ya que pese a tener discrepancias de valores cuando realmente han querido ganar han sabido hacer equipo y juntar fuerzas para conseguir un objetivo compartido, que es gobernar o impedir que la izquierda pueda gobernar, según como se mire. Puede que en este caso por los resultados no ha sido necesaria que la derecha se mantuviera unida pero si la izquierda porque nos jugábamos mucho, que es el futuro.

Porque un presente que implique recortes en carteras tan básicas como sanidad, educación o empleo implicará un futuro en el que las personas que formen parte de este se encuentren en una situación en la que dependan más de la ayuda del estado al no poder acceder a un empleo de calidad o al no tener una buena salud que les permita vivir con autonomía.

Por lo tanto como izquierda tenemos el deber de revisar lo que nos une en vez de criticar nuestras discrepancias para que así podamos cumplir con nuestro compromiso de que mejorar la calidad de vida de las personas a través de la reducción de las desigualdades por cualquier motivo. Y esta tarea tendría que haber estado hecha antes de ayer.

Noèlia Guzmán Funcasta

Graduada en sociologia i especialitzada en gènere

@ng_funcasta

Deixa un comentari