La moda de colorear las fotos

De un tiempo a esta parte ha resurgido una manía la cual yo pensaba que se había (por fín) erradicado: El colorear las fotografías clásicas o históricas. Soy el primero que dice que la fotografía no es testigo de la realidad, que es polisémica, que los pies de pagina en los diarios muchas veces mienten o interpretan lo que ellos quieren, pero hay algo que considero sagrado, el no modificar la obra original de un artista.

Con esto quiero distinguir lo que sería la restauración de una obra por el paso del tiempo y otra una re interpretación de la misma, y darle color en un intento de actualizar esa fotografía para que veamos cómo sería si no la viéramos en blanco y negro, o simplemente, como pienso yo, mostrar su dominio de las herramientas digitales actuales, en un alarde de onanismo, porque yo otra opción no veo.

Me diréis que colorear fotos se ha hecho desde tiempos inmemoriables, pero hay que distinguir dos cosas, primero que fuera la intención final de la obra, con lo cual el proceso de la toma ya cambia completamente con respecto a un fín u otro.Recuerdo la época de las películas coloreadas que empezaron a emitir por La 2, en un ciclo de cine hará unos ¿25 años? Moda que impuso el señor Ted Turner al querer colorear su catálogo de películas (es lo que tiene ser un rico magnate) con fines comerciales.

La técnica, la limitación de la época, la propia visión del autor son factores que hacían pensar su resultado final en blanco y negro, aunque en excepciones si que es cierto que habían partes de la película en el caso del cine que se coloreaba para interpretar la noche, o el amanecer, ¿alguien puede imaginar Ciudadano Kane pintada a todo color cargándose toda la fotografía de la misma, las imponentes sombras y esa poderosa composición? Pues eso a mi sorpresa está ocurriendo de nuevo con la fotografía tal y como voy viendo en las redes sociales y con la publicación de algún libro con fotografías históricas u otras con un fin más creativo u artístico.

Ceci Fimia

Fotògraf