Quizás mucha ciudadanía de la Unión Europea haya olvidado ya, que a principios de enero la Comisión Europea aprobó un plan de financiación que aspiraba a movilizar un billón de euro durante la próxima década para garantizar que Europa se convirtiera en el primer continente en lograr la neutralidad climática en 2050. Garantizar una lucha eficiente contra el cambio climático, ya era una primera política de salud pública, ya que está claramente demostrada la relación de la contaminación ambiental, con el incremento de la mortalidad cardiovascular y respiratoria. Pero la tremenda oleada de la pandemia del coronavirus, ha obligado a un cambio de prioridades, pero no de objetivos. La primer oleada de infecciones iniciada en Italia, provocó una primera reacción de cierre de fronteras, falta de solidaridad entre países, y competencia desleal por los recursos. La presidenta del Consejo Europeo Ursula von der Leyen, que en 9 meses ha sufrido un aprendizaje acelerado de dirección de la complejidad, pidió disculpas públicamente a Italia por la falta de solidaridad inicial. Y ha decidido de una forma clara que la Unión Sanitaria Europea sea una realidad, compra de vacunas por avanzado, diversificando las unidades de producción, y compra única, con distribución equitativa y proporcional, para todos los estados de la UE. Análisis de los datos de cada vacuna y aprobación por la agencia europea del medicamento, de todas las vacunas que se van a aplicar. Y distribución cronometrada de una vacuna que por primera vez en la historia se debía transportar a 80º bajo cero.
Al final de la cadena, son los estados miembros, y en España las Comunidades Autónomas quien deben aplicar las vacunas con la máxima agilidad posible, y aunque en este caso se han visto diferencias en la rapidez de vacunación, hemos de acordar que una magna operación de coordinación y eficacia no se había realizado nunca en Europa. El embrión de Unión Sanitaria Europea se está desarrollando adecuadamente. Frente a los Estados Unidos de América, que, aunque se dicen federales, han tenido un presidente sin cultura federal, ni de ninguna otra clase, y declaran el mayor número de contagios y muertes del mundo, la aplicación de la vacuna del coronavirus en Europa, es un primer acto de la regeneración democrática y federal de la Unión Europea.

Carme Valls Llobet
Metgessa i federalista
Autora del llibre Mujeres Invisibles para la Medicina. 2020. Capitán Swing

Doncs si Carme, clar i català: transmetre a la ciutadania (i als polítics també) quins son els actes democràtics i federalistes tan a nivell de Europa com d’Espanya es el camí per una Espanya federal en una Europa Federal. L’exemple de la vacuna es incontestable.