Al igual que la conocida fotografía del beso del soldado a la enfermera en Times Square después de anunciar el fin de la Segunda Guerra Mundial, de la cual existen dos instantáneas diferentes por dos fotógrafos, en este caso también tenemos más fotografías del mismo momento.

Hablamos del hombre del tanque durante las revueltas y manifestaciones lideradas por estudiantes en China en 1989 contra el gobierno comunista, que fueron reprimidas con el envío de tanques y la infantería a la plaza Tiananmen, centro de las protestas y con un balance (aunque no se sabe con exactitud por la censura china) de centenares de muertos.
El día 5 de junio, a unos 200 metros del hotel Beijing donde se hospedaba la prensa, ocurrió la escena que se convirtió en el icono de las revueltas y una de las fotografías más conocidas de la historia. Un hombre con unas bolsas se plantó ante los tanques del ejército cuando realizaban su entrada por la Avenida Chang’an. Hicieron que pararan, incluso cuando intentaban retomar la marcha, se volvía a plantar ante ellos llegando incluso a subir al primero de ellos y dialogar con los soldados, hasta que al volver a bajar, se retiró después de llegar un grupo de personas que allí estaban. El hombre contra la máquina, el pueblo contra el sistema.

El recientemente fallecido Charlie Cole de Newsweek, Arthur Tsang para Reuters, Jeff Widener de Associated Press, y Stuart Franklin de Magnum fueron los cuatro fotógrafos que realizaron esas tomas desde diferentes posiciones y alturas desde los balcones de las habitaciones del mencionado hotel.
Existe otra fotografía más, tomada por Terril Jones, (y publicada 20 años después) a pie de calle y desde detrás de unas bicicletas, con tres personas que huyen y con el hombre a la espera de los tanques en la carretera en segundo término.

Obviamente, el gobierno comunista en su afán de silenciar y censurar los hechos ocurridos, intentó requisar todas las cámaras, carretes o documentos captados por los fotógrafos y periodistas que allí se encontraban, incluso en días anteriores, parando a los reporteros e incautándoles todo su material.
Desde dar el carrete a un estudiante chino para que lo escondiera o meterlo en la cisterna del water, fueron algunas de las peripecias realizadas por Cole y Widener con tal de evitar que cayeran sus negativos en manos de los soldados cuando entraron a registrar sus habitaciones.

Aunque las imágenes dieron la vuelta al mundo, Cole ganó el World Press Photo y Widener se quedó a las puertas del Pulitzer, y se supo de lo acontecido (y negado por el gobierno chino) en Tiananmen, las fotografías y vídeo del hombre del tanque, son desconocidas para la mayoría de la población china, y pocos de los que las conocen, se atreven a reconocerlo en público por miedo.
Nunca se supo a ciencia cierta la identidad ni la suerte del hombre del tanque. Algunos medios afirman que murió fusilado y otros que vive. Otro misterio sin resolver, que por seguridad de este hombre, en caso de que siga vivo, sea lo mejor…


Ceci Fimia
Fotògraf

Muy bueno Ceci