Víctimas del Patriarcado

Mujeres que no son conscientes de a qué y quiénes hacen el juego sucio, se exponen por ellos y van contra si mismas, contra el feminismo y contra todas. Las más mayores es fruto de la educación patriarcal recibida y esnifada en el hogar durante décadas, de generación en generación y transmitiendo lo mismo a sus vástagos.

Deconstruirse y ver el problema que existe alrededor de ellas, de todas nosotras, aprender, escuchar, cambiar expresiones, darse cuenta de ese patriarcado, ver que no estamos en una posición de igualdad y seguimos sometidas, oprimidas, en constante desigualdad.

NO ven su entorno ni sociedad violeta, un color necesario para progresar en una sociedad al completo, con la clase política que también le hace falta buena dosis de feminismo y deconstrucción, donde no se aplican políticas feministas poniendo más mujeres en directivas si luego no se hace nada.

Las más jóvenes educadas en ese patriarcado mamado por sus progenitores, reproducen ésa tiranía sin darse cuenta, buscan la aprobación masculina constante para sentirse valoradas, normalizan conductas que para nada son normales, es escandaloso ver como se avanza un paso que cuesta muchísimo y echar para atrás dos. El número de chicos de entre 14 y 17 años investigados por violencia de género se ha triplicado en los últimos nueve años y los jueces han destacado el incremento de los menores enjuiciados.

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en el último trimestre de 2016 el 2% de las mujeres que solicitaron orden de protección por violencia de género eran menores de edad. Además, en los últimos años también ha aumentado la cifra de chicas que asisten a terapias por este tipo de violencia género; las más pequeñas tienen 12 años.

Imitar las conductas aprendidas, no enseñarles lo que es una relación y la educación sexual a través del porno o del uso de la prostitución para estrenarse como adulto, metíendose en ésa espiral patriarcal  de que es muy fácil salir, si se educa y reeduca al entorno social y familiar, político en igualdad.

Odiar porque te han odiado, acosar porque has sido víctima de terceros, haber sido víctima de trata, proceder de un entorno machista, violento, haber sufrido abusos de todo tipo o formar parte de una familia desestructurada o que se haya roto por múltiples causas no es JUSTIFICACIÓN alguna para ejercer sobre otras tu ira y rabia, culpando a mujeres que son oprimidas o lo están mucho más o menos que tú. No es culpa tuya pero si tienes culpa cuando favoreces a todos ésos que intentan machacarnos y no perder sus privilegios, ayudar al machismo y a ése mundo patriarcal no es beneficio para ninguna de nosotras incluida tú, ni siquiera ayuda a los hombres, a la sociedad entera.

Sólo eres un títere en manos de quien ahora te alza y después te ignora, eres enemiga pero te hacen creer otra cosa. Está en nuestras manos ayudarnos y ayudar a crear una sociedad más justa y educar a las generaciones venideras en un mundo de completa igualdad entre mujeres y hombres a todos niveles.

Las estadísticas son porcentajes de lo que se denuncia y se sabe, pero hay mucho más que por ésa vergüenza inculcada, el sentimiento de culpa y  quizás un entorno mucho menos abierto que otros es lo que no se ve ni cuenta, la invisibilidad de muchas de nosotras que a día de hoy sufren porque no saben como empezar a contar y liberarse de aquello que cada día las mina un poco más. Debemos estar para todas y cada una de nosotras, arropar y practicar más la sororidad. Algún día caerás patriarcado y tu brazo armado machista lo vamos a silenciar por siempre jamás, de momento vamos e intentamos sembrar conciencia, difundir y no callar ante cualquier injusticia contra una de nosotras. Somos mujeres, y las mujeres no se rinden jamás.

Pilar Capi

Feminista

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