EL CASTELLANO EN CATALUNYA

No hay ningún problema con el castellano ni con el catalán en Catalunya. Ninguno. Después de esta frase ya alguien puede pensar que por escribir Catalunya sin “ñ” es un problema. O pensar que el castellano está perseguido, que nos imponen el catalán en las aulas, en los medios… La realidad es que no. Simplemente quiero escribirlo en su idioma, pero llevo con mucha honra la “Ñ” en mi apellido. En el eterno debate, hay un partido político especialmente en contra la inmersión lingüística. Aún existe y se llama Ciudadanos. Nació en gran parte para terminar con la inversión lingüística y evidentemente no lo logró. Luego hubo el “auge” del independentismo y la gente fue a buscar el voto útil contra la independencia y pese no sumar para gobernar, ciertamente sí ganaron las elecciones en escaños y votos el diciembre del 2017 como ha pasado en las elecciones del 2021 con el PSC. En aquél entonces, muchos votantes socialistas y convergentes sobretodo fueron a buscar el voto contrario de castigo al independentismo que no fuera el PP.

En esta legislatura vigente, Ciudadanos es un partido insignificante en el Parlament, un auténtico fracaso sin paliativos: De 36 a 6 escaños. Es prácticamente un titular sus resultados y si miramos a nivel nacional son la crónica de una muerte anunciada. Siempre digo que son el claro ejemplo de tener malos asesores y de lo necesarios que somos en este y tanto ámbitos.

No nos olvidemos de los otros partidos políticos contrarios a la inmersión lingüística y el catalanismo en sí… El PP, segunda fuerza política en España y primera en algunas de nuestras comunidades autónomas, en Catalunya, solamente tienen 3 escaños. Es decir, otro fracaso y partido insignificante. Y luego está VOX que pese tener 11 escaños, no son un ejemplo para explicar el problema del castellano en Catalunya ya que es votado por ser lo que son aquí y en toda España, extrema derecha: Xenófobos, homófobos, machistas, racistas y evidentemente anticatalanistas.

Ser catalanista no es ser independentista. En Catalunya tenemos un lema compartido por partidarios y contrarios al procés: “El català no es toca.”

Recordemos que en 1983 se aplicó el Programa de Inmersión Lingüística en 19 escuelas públicas de Santa Coloma de Gramenet, dónde la mayoría de la población era castellanohablante. Fue un absoluto éxito y hoy en día gozamos de él. En estos últimos 5 años ha habido 80 denuncias contra la inmersión lingüística… Solamente 80 y 45 sentencias. Para que nos hagamos una idea, solo en este curso escolar ha habido aproximadamente 1 millón y medio de alumnos en las aulas catalanas… ¿Se entiende?

Otro ejemplo lo tenemos en las “competències bàsiques” que se hacen en las aulas catalanas para ver el nivel de catalán y castellano que tienen los alumnos y siempre sobradamente aprobados. Y en los resultados en lengua castellana en la selectividad, Catalunya hemos tenido el honor de sacar la mejor nota en lengua castellana entre las CCAA con lengua cooficial. ¿Se entiende mejor?

No, no hay que “españolizar a los niños catalanes” como dijo en su momento el ministro del PP José Ignacio Wert. Hay que dejarlos libres, los tiempos en los que no se podía hablar y pensar libremente en nuestro idioma nativo por suerte han terminado a pesar de “algún nostálgico”.

Por supuesto que todo es mejorable, evidentemente, y también pese que la sentencia del 25% es muy innecesaria a mi punto de ver, la ley manda y debe ser acatada. Pero por mucho que insistan, no existe ningún problema con el castellano. Con España sí, por desgracia, pero no con el idioma. ¿Y al revés? 

Pese que una dictadura franquista no nos dejó hablarlo, pese que en cada campaña electoral la derecha utiliza esto como lema propagandístico, pese el típico personaje que se va a quejar de ello y pone una denuncia… La evidencia es indiscutible, tiene mucho mérito que el catalán siga siendo tan hablado y sea nuestra lengua oficial juntamente con el castellano.

Muchas veces hablamos catalán y castellano en una misma conversación sin darnos ni cuenta, esta es la riqueza que tenemos. Mezclar la justicia, la política o el “procés” es un grave error contraproducente. Simplemente se trata de entender, comprender y respetar Catalunya con su cultura y su lengua materna, nada más. Ser patriota también es valorar los idiomas cooficiales de España y respetarlos, protegerlos y porque no, poder estudiarlos en todas las comunidades de España.

Cesc Núñez

Assessor especialista en Protocol Institucional

@cescgalietti

Deixa un comentari