Barrio de Sants: ¿aglomeración urbana ideal?

La pandemia del coronavirus ha culpabilizado a las aglomeraciones urbanas. Indudablemente, cuando se carecen de vacunas, antibióticos, medicación y hospitalización adecuada, el virus acampa a sus anchas en las ciudades y barrios densos. Es decir, el gran reto social y urbanístico de hoy es como hacer compatible y conciliar harmónicamente la actividad económica, la sostenibilidad y un entorno social y saludable.

Sin embargo, quiero manifestar con toda rotundidad y claridad que en la primera mitad del siglo XXI los barrios bien organizados tienen muchísimas ventajas que paso a detallar esquemáticamente.

  1. En primer lugar la aglomeración en las ciudades, especialmente en plazas, mercados y avenidas estimula la actividad económica y la diversifica. Se crean tejidos productivos, comerciales y de servicios muy eficaces que, a escala humana son altamente interactivos y sostenibles.
  2. Otra gran ventaja es que la concentración urbana es el fundamento de la sostenibilidad: ahorra recursos materiales y energéticos, minimiza los desplazamientos y fomenta el consumo de proximidad.
  3. Desde el punto de vista social y humano, en un barrio denso pero diverso, las personas tratan con personas diferentes, ya sea por su origen o por suactividad que puede ir desde tenderos a abogados y economistas a artesanos, personal de mantenimiento y el mundo de la cultura. Todo ello acaba redundando en una sociedad cohesionada, solidaria y con gran capacidad de respuesta ante los acontecimientos inesperados.
  4. Las necesidades de compra, trabajo, servicios, ocio y cultura se pueden satisfacer en una radio de 15 minutos a pie, en bicicleta o transporte público.
  5. El urbanismo adecuadamente implementado permite a la vez participar de la vida en la calle o aislarse en los domicilios cuando sea necesario, por ejemplo para prevenir el contagio de futuras epidemias o pandemias.

Supongo que os habéis dado cuenta que estoy hablando del barrio de Sants. No conozco barrio mejor posicionado para ser a la vez sostenible, próspero y cohesionado. Los urbanistas y políticos tendrían que venir, mirar, tomar nota y aprender. Si de paso y en justa reciprocidad nos solucionan algunas insuficiencias, se lo podremos agradecer con nuestro reconocimiento y nuestro voto.

Temi Vives Rego

Biòleg i professor honorífic de la Universitat de Barcelona

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