Desde hace unos años cuando llegan estas fechas, final de curso escolar (mayo y junio), me viene a la mente la canción que Doris Day interpretaba el año 1956 en la película, curiosamente de Alfred Hitchcook, “El hombre que sabía demasiado”.
Y sí, en estas fechas, y más que nunca, me viene a la mente, ya que la canción trata de un futuro que tú no controlas. Eso mismo comenzó en Cataluña para muchos docentes con el Decreto de Plantillas (este decreto regula las plantillas docentes, los tipos de trabajo docente y cómo se van a provisionar estos puestos), la mal llamada autonomía de centro (educativo y/o escolar) y la capacidad decisoria de las direcciones. ¿Qué será, será…?.
Evidentemente el futuro de un trabajador docente interino es inseguro, la antigüedad daba una garantía de reconocimiento del esfuerzo y del servicio realizado. Ahora ya ni eso. El futuro no es nuestro dice la canción, y ahora menos nuestro que nunca.
Hace unos días me explicaron algo que me sorprendió mucho más si cabe, un conocido me habló de que en su ciudad (una ciudad grande capital de provincia) y en el bloque que vivían tenían un jardín interior accesible, y, el ayuntamiento, en una pirueta que no logro explicarme, lo había clasificado de “espacio privado-público”. Tal concepto no existe en la normativa municipal y ante la duda me aclaró lo que suponía este “no reconocido” concepto: “público porque puede entrar todo el mundo, y privado porque nosotros (los vecinos del edificio) nos encargamos de su limpieza y mantenimiento.
Y hoy, al recordar la canción de Doris Day, un flash mental me ha hecho recordar esta expresión “público-privado”, ya que eso es realmente lo que pasa en los centros públicos catalanes, según mi manera de ver.
Son de titularidad pública pero con un control casi privado al menos en el tema de las plantillas (afortunadamente no de toda la plantilla), ya que la dirección define perfiles profesionales en función de unos criterios ni consultados, ni debatidos, ni consensuados. Recibe curriculum vitae y realiza entrevistas a aspirantes a las plazas docentes.
Me comentaron hace poco que en un centro se entrevistó a un interino que este curso que ha trabajado allí, y las preguntas claves fueron: el que explicara quién era y cómo era su manera de trabajar. Hubo una respuesta lógica: “ya lo sabéis, llevo un año dando clase aquí”.
Y seguimos con lo público-privado, y la dirección solicitando un curso para que les enseñen a hacer entrevistas de selección de personal. Lo más importante para remontar un centro!!!!!!.
Y pienso en Doris Day y creo que tenía razón: whatever will be, will be?.
Tal vez aparezca alguien silbando.
Marisa Escuer Docente de secundaria @marisaescuer