Recuerdo una conversación con un mando intermedio cuando supo que yo era sindicalista, me dijo: “Menudos los sindicalistas de tú sindicato en mi empresa”. Yo no conocía en ese momento a las personas que se dedicaban al sindicalismo en esa empresa y le respondí: “Cuando una empresa, especialmente si es grande, quiere buscar una persona para que ocupe un puesto de responsabilidad, en primer lugar le ofrece unas condiciones laborales superiores a las que tiene. En segundo lugar, analiza los perfiles profesionales y los currículos de quienes se quieren presentar, estableciendo en muchas ocasiones pruebas individuales o grupales. Y, por último, elige a quien cree mejor para desempeñar ese puesto.” Por desgracia eso en el sindicalismo no siempre es así.
Quien esté en contacto con el mundo del trabajo también sabrá que las empresas o administraciones, a pesar de esos procesos de selección, cada vez más externalizados, tampoco aciertan en muchas ocasiones.
Pero, ¿cómo elegir a las personas que van a representar a un sindicato en la empresa?
En primer lugar, no se ofrecen condiciones de trabajo superiores, y en algunas ocasiones se encuentran con la discriminación de la propia empresa o con incomprensión a la hora de utilizar las horas sindicales a las que se tiene derecho.
La primera condición, por tanto, es la voluntad de querer asumir el reto, en muchas ocasiones por primera vez, ya sea dentro de la empresa o administración.
Variables importantes son: el tamaño de la empresa, su estructura, su complejidad y si existe estructura sindical por muy débil que esta sea.
En función de esas variables veremos que existen múltiples combinaciones de cómo son elegidas las personas que representarán a un sindicato.
En las empresas en las que no existe Comité la votación es directa, todos las/os candidatas/os de todas las opciones (si hay más de una) pueden ir en una candidatura abierta o todas las personas tienen una papeleta individual.
En las empresa con más de cincuenta personas en plantilla, ya se puede elegir Comité y por lo tanto las candidaturas son cerradas.
¿Quién va en primer lugar? Generalmente en pequeñas empresas normalmente siempre hay una persona con más interés sindical y es la que encabezará la lista. A partir de ahí se debe buscar representación de todas las áreas de la empresa, capacidad de representar a diferentes colectivos, si existen. Además, muchas formaciones sindicales buscan la paridad entre mujeres y hombres o una representación similar a la composición de la plantilla.
Los métodos más habituales cuando existe estructura sindical son la preparación de una lista y posterior ratificación por la asamblea del sindicato dentro de la empresa o la realización de primarias teniendo en cuenta la complejidad de la empresa que antes mencionamos. En ambos casos, la lista es encabezada normalmente por la persona responsable del sindicato.
Pero cuando hablamos de personas, capacidades y responsabilidad no estamos hablando de una ciencia exacta, como se comentaba anteriormente. No siempre el más simpático es el mejor, ni el que mayor formación tiene tendrá necesariamente las habilidades suficientes. Y creo que lo podemos ver en nuestra vida diaria en todas las asociaciones o incluso en nuestra comunidad de vecinos.
La solución: participar más activamente en la vida organizativa y exigir la máxima transparencia democrática a quien nos representa.

Miguel Monera
@MiguelMonera
Trabajador y Sindicalista Prejubilado
