Ayudemos a las afganas

Desde la nueva toma de gobierno de Afganistán por parte de los talibanes, se ha puesto el foco sobre las mujeres afganas, hablando incluso de peligrar no solo la libertad sino incluso la vida de las mujeres por el simple hecho de su sexo. Estamos todas y todos horrorizados, e intentamos ayudar a salir a todos/as los que tienen miedo e intentan huir. Una actitud que nos honra y que demuestra que no nos gusta mirar hacia otro lado y siempre damos un paso adelante en ese sentido.

Desde luego, las occidentales, cuando vemos una mujer con velo, y ya no digo nada del burka, nos horrorizamos y lo asociamos a que son víctimas pasivas de una sociedad atrasada, bárbara y cruel. Con este discurso, legitimamos y damos por hecho que lo musulmán es malo y con ello nos envolvemos en la bandera de salvadores todopoderosos y en ocasiones utilizamos para “luchar contra el terror” e invadir países para “instaurar y ayudar en un proceso de democratización”.

Así actuó Estados Unidos e hizo la guerra en Afganistán y posteriormente participamos en una misión de una fuerza internacional de asistencia para la seguridad aprobada por el consejo de seguridad de la ONU, para apoyar el gobierno interino que surgió tras la guerra con Estados Unidos, esto pasó en 2001.

Tras 20 años ¿de que sirvió todo esto?, ¿de verdad creemos que podemos imponer la cultura occidental? y lo más importante, en caso de que lo que se sospecha sea cierto y las mujeres sean represaliadas  ¿que haremos?

¿No estaremos haciendo mal las cosas? ¿En algún momento durante esos 20 años hemos escuchado a las mujeres afganas? ¿O simplemente actuamos de manera paternalista y queremos imponer la cultura y pensamientos occidentales tal como hacíamos antaño?

Decir que una mujer no puede ser feminista por llevar velo y ser musulmana es, por lo menos desde mi punto de vista, racista y corto de miras y deberíamos dejar de juzgar, adoctrinar y pasar a empatizar y escuchar al diferente.

Ayudemos a las mujeres afganas, pero antes tenemos que escucharlas, solo entonces podremos cogerlas de la mano y ayudarlas a empezar a cambiar su realidad dentro de la cultura musulmana.

Victoria Corbacho

Sindicalista UGT Baix Llobregat

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