Un resumen breve de lo que significa cosificar, considerar a una mujer como un objeto de exposición sin valorar su persona. Un florero donde exhibir una marca un producto, venta o adornar un evento con un cuerpo femenino que no emita opinión alguna y se remita a ofrecer al resto de la sociedad como si de un robot se tratase lo que se vende, belleza, juventud, estereotipos y sumisión. Lo de siempre, usar a las mujeres como si no sirviesen para otra cosa más que para eso. La publicidad flaco favor hace a la igualdad, mostrando mujeres cuando se publicitan productos de limpieza, perpetuando más el rol por el sexo, empresas de todo tipo, productos infantiles porque claro se asume que los cuidados son siempre para el sexo femenino, seguros de coche donde la accidentada es la mujer, porque claro, no sabemos conducir y casualmente las que menos accidentes de tráfico tenemos somos nosotras.
Cualquier empresa en su publicidad ofrece a las mujeres como serviciales, atentas, cumplidoras de tareas, cuidadoras, fáciles, idiotas, sexualizadas, silenciosas y sumisas. Poco a poco se va avanzando y cada vez se toma más consciencia en el quinto poder de dar una imagen más de igualdad e incluyendo a los hombres en publicidades que se dan por hecho que son asumidas por las mujeres, los roles y tal.
En la época franquista la cosificación de la mujer era definición de la palabra florero, tal cual. El niño mirará al mundo y la mujer al hogar, frase de la época franquista en la que se resumía el papel de las mujeres en ésa época y a día de hoy siguen haciendo lo mismo desde la sociedad, empresas e instituciones. Las mujeres bellas exhiben sonrisa, cuerpo y modelito para marcar las curvas vendiendo un simple teléfono, portar una bandeja de salchichón en un supermercado mientras van en patines, cualquier producto echa mano del sexo femenino para ser el anzuelo del futuro comprador, que se deleiten la mirada y baboseen un ratito que ya compraran el producto, potenciales compradores.
la cosificación social de las mujeres tiene efectos negativos en su salud mental e incluso física. Las consecuencias de la cosificación son variadas y existen en diferentes niveles. Desde inhibir la concentración al enfocarse más en la apariencia que en el aprendizaje, pasando por depresión, baja autoestima, desórdenes alimenticios y violencia de género. Tratar a una mujer como un zapato, sin identidad ni valor, repercute en miedo, una baja calidad de vida e incluso la muerte.
No deja de ser violencia contra las mujeres y niñas, exponerlas, sexualizarlas, Los números de la ONU no dejan lugar a dudas: 750 millones de mujeres fueron obligadas a casarse antes de los 18 años. 120 millones de niñas han sido obligadas a participar en actos sexuales. Se estima que la mitad de los feminicidios en el mundo fueron cometidos por un miembro de la familia o por su pareja. Estas estadísticas son la consecuencia de ver a las mujeres como una cosa desechable.

Pilar Capi
@75pilicapi
Feminista