Periodigno

A veces me pregunto si existe aún el periodismo, o si ya lo hemos desvirtuado tanto que nos venden opinión disfrazada de información. Un ejemplo de esta semana en un medio: “Sánchez ignora a Iglesias: recibirá a la selección y sobrevolará Almería antes de la ronda de consultas”.

Dos comentarios:

Primero: “¿Ignora?”. Ignorar es un verbo opinativo.

Segundo: ¿La notícia es que ante la gota fría en el sureste peninsular, el presidente del Gobierno visita la zona; y que ante la victoria de la Selección Española en el mundial de baloncesto, el presidente recibe a los ganadores? ¿O que Sánchez no recibe a Iglesias justo cuando empieza la ronda de consultas al Rey?

Y tres conclusiones: La unión de las dos ideas (la no reunión Sánchez-Iglesias y la agenda del presidente), sumado a un verbo opinativo como es “ignorar”, y añadido a la construcción de la frase nos dan que:

Uno. No sabemos cuál es la notícia

Dos. Menosprecia el hecho de que el presidente del Gobierno visite la zona afectada por la gota fría y reciba la selección de baloncesto.

Tres. Convierte el titular en opinativo, interpretativo, subjetivo y tendencioso.

Este ejemplo nos ilustra lo preocupante de la situación, porqué no es único, encontramos contínuamente titulares e informaciones que confunden deliberadamente opinión e información. Y cuando eso ocurre, lo que se busca es manipular la opinión pública, y el periodismo deja de ser una herramienta de información y control a los poderes públicos para convertirse en un panfleto al servicio de una ideología.

La perversión está servida, y la dignidad periodística herida de muerte. Debemos ser capaces de redirigir esa tendencia y que no siga generalizándose, debemos volver al periodismo digno, o como leí en twitter, al periodigno. ¿Podemos ser optimistas?

Iolanda Pàmies Rimbau
Periodista i escriptora
@iolandapamies

Cada Àtom és una petita reflexió política de Club Còrtum

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