Mucho se ha escrito en esos últimos días sobre el Open Arms. Sobre su actuación y los permisos o no por hacer lo que hace, sobre la gestión del Gobierno de España, sobre la acción y actitud de Salvini y sobre la inacción de la Unión Europea ante tal catástrofe humanitaria. Una catástrofe de dimensiones inaceptables que lleva años sacudiéndonos.
Pero hay un tema que me ha llamado mucho la atención y me ha indignado produndamente. Por encima de este drama humanitario no debería haber más que la voluntad de una buena gestión con la prioridad de salvar esas vidas con premura. Pero creo que ha existido una voluntad de politización inaceptable por parte de algunos actores en danza que me ha preocupado sobremanera. El intercambio contínuo de declaraciones y contradeclaraciones daba verdadero bochorno.
No era una situación fácil de gestionar, cierto, pero no todo vale cuando tratas con vidas humanas, y además de tener presente tu obligación humanitaria, debes tener en cuenta la responsabilidad que conlleva y la posibilidad, o no, de realizar tal ardua azaña.
No entraré en las batallas que puedan subyacer en ese conflicto (en tanto en cuanto el Open Arms no tiene la licencia del Gobierno español para rescatar a inmigrantes, dado que se considera que no es un barco apto para ello, y que no aceptó entrar en Salvamento Marítimo), ni tampoco en la cuestionable gestión comunicativa del Gobierno; pero insisto, creo que todo el mundo debería estar por encima de eso cuando hay en juego la vida de personas.
Los esfuerzos politizadores de esta crisis deberían ir encaminados a forzar a la Unión Europea a tomar cartas seriamente en el asunto y no dejar solos los países de la frontera sur, no a hacer política partidista interna. Abrir los brazos, eso es abrazar, a aquellas personas que huyen de la miseria y el conflicto significa acogerlos, pero también trabajar más y mejor la cooperación con un continente que está en vías de expansión y desarrollo y que no puede seguir siendo el burro de carga ni el centro de esclavismo (ahora económico) del mundo entero. Y eso se hace con buena política, de la que se fundamenta en la cooperación y el bien común, no con acciones extremas y acusaciones desafortunadas.


Iolanda Pàmies Rimbau
Periodista i escriptora
@iolandapamies
Cada Àtom és una petita reflexió política de Club Còrtum