Si me queréis, irse

Supongo que puedes ser una de las personas a las que le llegó el día 31 de diciembre el 1 de enero la felicitación de Lola Flores que se iniciaba diciendo: “Les deseo a todo ustedes y a los españoles que están fuera de su casa mucha felicidad, mucha alegría y mucho amor…”

Como en los últimos tiempos está muy de moda sacar la vara de medir de la españolidad: que sí los toros, que si el Belén, que si aplica ya el 155 contra los catalanes, vamos, un a ver quién la tiene más poderosa (la vara de medir, digo). Y los más españoles de todos, de lejos, los de Vox, que se pusieron a celebrar hace unos días la reconquista de España (que aún no existía como tal) arrebatada a los “moros”.

Y ahí es adonde queremos llegar. Estos señores, los de VOX, que han obtenido la nada despreciable cifra de 400.000 mil votos en las elecciones andaluzas, y que tienen en un brete a los supuestos ganadores de la batalla final (que se da por ganada, aunque aún no ha sido llevada a término), han puesto una condición sine qua non a su aquiescencia: que PP y C’s se comprometan a retirar del acuerdo del pacto el punto de violencia machista por “seguir los mandamientos de la dictadura de género”. Deben de creer que las 47 asesinadas por dicha violencia de 2018 son una minucia y que proteger a las mujeres de la misma es un factor de poca relevancia comparado con la inmensidad del océano (por decir una estulticia que esté a la altura de los próceres, por llamarlos de alguna manera, de la ultraderecha que nos amenaza y acecha).

Acordándome de la personalísima forma de hacer y proceder de la faraona, se me ocurriría pedirles a la derecha y ultraderecha un deseo, que evidentemente no se va a cumplir, en pos del beneficio de toda la sociedad, pero en especial de las mujeres: SI ME QUERÉIS, IRSE, aunque los que deban de dejar expedito el camino para la retirada sean los votos de la ciudadanía, que no nos queremos parecer a Aznar en su alegato contra González.