Romnia Khel será la primera escuela feminista gitana y su nacimiento está estrechamente ligado a la celebración, el próximo 16 de mayo, de I Congreso Europeo de Feminismo Romaní en Madrid. Una fecha que no se ha elegido al azar, pues tal y como asegura la presidenta de la Asociación de Gitanas Feministas por la Diversidad, María José Jiménez, coincide con el Día de la Resistencia Romaní.
La Romnia Khel tiene la vocación de ser la continuadora de los debates que se produzcan en este congreso cuyo objetivo no es otro que conseguir la igualdad real y efectiva entre gitanas y gitanos, y entre comunidad gitana y sociedad mayoritaria; el empoderamiento de la Mujer Gitana, la lucha contra la violencia de género; y la visibilización de la diversidad identitaria y sexual de la comunidad, luchando por la defensa de los derechos del colectivo LGTBI gitano.
Un propósito ambicioso, pero detrás del cual se encuentra la voluntad de acabar con lo que María José Jiménez define como la“triple discriminación de de las gitanas, por género por raza y económica, al fin y al cabo no hay ninguna gitana que no sea pobre”.
Jiménez también hace hincapié en la exclusión racial y pone un ejemplo: “una mujer paya tiene muchas más oportunidades que in hombre gitano, la escuchan si va a una entrevista de trabajo, no tiene al vigilante paseando a su espalda cuando entra a comprar en el supermercado”. De hecho considera que la lucha por los derechos de las mujeres gitanas supone también una manera de luchar en contra de la discriminación que sufre el conjunto del mundo romaní.
Esta situación ayuda a ser bien recibidas dentro del conjunto del colectivo gitano”No tenemos una resistencia mayor a la que encuentran las feministas payas”, afirma Jiménez.
La Asociación Gitana Feministas por la Diversidad comenzó a funcionar en abril de 2013 con la idea de construir una corriente intelectual feminista gitana que nace del firme convencimiento de que hombres y mujeres deberías estar en igualdad de derechos y de libertades, y que quiere ser capaz de representar una heterogeneidad gitana que algunos tratan de ocultar, de distintas comunidades, religiones, orientación sexual y disciplinas.
La Asociación está implantada en Madrid y en Murcia, y próximamente extenderá sus actividades por Barcelona, Granada y Valladolid, donde ya existen grupos implantando su estructura.