Los últimos meses vemos como los diferentes Gobiernos (tanto el del Estado Español como el de Catalunya) afirman que hay reactivación económica y que la crisis ya es historia. Los grandes gurús de la economía sacan datos macroeconómicos positivos, pero los sindicalistas que estamos en la calle sabemos que eso tiene que ver muy poco con la realidad. Una cosa son las estadísticas (frías y numéricas) y otra nuestros compañeros y compañeras de trabajo, nuestros vecinos, nuestros amigos y familiares. Vemos como esas personas se han convertido en trabajadores pobres (los que tienen trabajo), en parados sin expectativas o en jóvenes cualificados que tienen que emigrar de su País en busca de trabajo, o en pensionistas que alargan la jubilación para ayudar a toda la familia.
Esa es la realidad, la realidad de nuestra gente, en el sindicato, en la UGT de Catalunya, nos debemos sólo a ellos y les servimos. El objetivo del sindicato no son las Instituciones, ni el poder. El objetivo del sindicato es mejorar nuestras vidas, las de todos ellos e influir en la medida que sea posible Necesitamos que escuchen nuestro aliento en el cogote, necesitamos que los representantes políticos oigan nuestra voz clara y sin atajos porque nosotros tenemos solo un objetivo: rescatar a las personas.
Tenemos propuestas: una renta garantizada de ciudadanía para que todos podamos vivir y no sobrevivir, unos servicios públicos de empleo que traten individualmente a todos los parados, educación y sanidad de calidad para todos. Pero la mejor política social es tener trabajo decente y por eso necesitamos un cambio de modelo productivo que apueste por la industria, el turismo y los servicios de calidad.
Nos dicen que no tenemos dinero,¡¡¡¡ pues que apuesten por un sistema fiscal redistributivo y justo dónde pague más quien más tiene !!!!.
Muchas veces se nos acusa, a los Sindicatos, de ser correa de transmisión de los partidos políticos, no vamos a pedir perdón por dialogar con propuestas firmes con ellos si al final conseguimos mejoras para la vida de nuestra gente. Es lógico que nuestras propuestas encuentren mayor sintonía en algunos partidos que en otros, por visión y por los valores que compartimos con ellos, pero la historia ha demostrado que la UGT de Catalunya sabe dialogar con ellos cuándo se la escucha pero sabe combatirlos con firmeza y rotundidad cuando se la reta.
